☆ Compartiendo Perspectivas 15 - La vida es una moneda

Baglietto, Juan Carlos

La vida es una moneda
quien la rebusca la tiene
ojo que hablo de monedas
y no de gruesos billetes.

Mi vida es una hoja en blanco
un piano desafinado
diez dedos largos y flacos
y un manojo de palabras.

Sólo se trata de vivir
esa es la historia
con la sonrisa en el ojal
con la idiotez y la cordura
de todos los días,
a lo mejor resulta bien.

La gente sueña que sueña
la calle sigue que sigue
el taxi gira que gira
el cielo y la ancha avenida.

Los días cantan la historia
del hombre al borde del hombre
los días cantan mañanas
los días no tienen miedo.

Sólo se trata de vivir
esa es la historia
con un amor, sin un amor,
con la inocencia y la ternura
que florece a veces.
A lo mejor resulta bien.

Si nos inunda el asfalto
de sensaciones profundas
gocemos bien nuestro ahogo
que es nuestra imagen fecunda.

Reflexión:
Si nos dejamos llevar por el título de la canción, “La Vida es una Moneda”, Epicuro diría que un deseo necesario del autor de la misma sería el dinero, ya que para él la vida no es otra cosa que la fortuna. Si continuamos y observamos la primer estrofa que “dice ojo que hablo de monedas, y no de gruesos billetes”, nos damos cuenta que no es así, que la importancia que le da al dinero es para poder sobrevivir, no lo considera un bien necesario de la felicidad.
Más adelante el autor menciona “Mi vida es una hoja en blanco, un piano desafinado”, esto se puede relacionar con el destino, ya que la hoja, va a ser escrita y el piano, afinado para luego tocar canciones en el mismo; pero para escribir la hoja o afinar el piano uno no puede quedarse sentado y esperar un destino, sino que se tiene que esforzar para intentar mejorar, ya que según Epicuro el destino no nos es enteramente ajeno ni tampoco depende totalmente de nosotros.
“Sólo se trata de vivir, esa es la historia, con un amor, sin un amor, con la inocencia y la ternura, que florece a veces. A lo mejor resulta bien.” Esto claramente se puede relacionar con la búsqueda de la felicidad, por la cuál hacemos todo, y la cuál es la única que logra completar el bien del alma y el cuerpo, como nos muestras Epicuro en su carta a Meneceo. Por lo que se puede entender, al autor no le interesa la muerte ni se preocupa por ella, lo que le importa es vivir la vida con lo que tiene, disfrutando y buscando su felicidad. En esto coincide con Epicuro que no podrá perturbarnos la muerte ya que cuando llega ya no estamos vivos.

☆Romy☆