☆Rincón de los Filósofos 1 - Aristóteles

A) ARISTOTELES (384-322 a.C.), filósofo y científico griego, considerado, como uno de los pensadores más destacados de la antigua filosofía griega y posiblemente el más influyente en el conjunto de toda la filosofía occidental.

Nació en Estagira, razón por la que fue conocido como “El Estagirita”. Hijo de un médico de la corte real, se trasladó a Atenas a los 17 años de edad para estudiar en la Academia de Platón. Permaneció en esta ciudad durante aproximadamente 20 años, primero como estudiante y, más tarde, como maestro. Tras morir Platón (c. 347 a.C.), Aristóteles se trasladó a Assos, ciudad de Asia Menor en la que gobernaba su amigo Hermias de Atarnea. Allí contrajo matrimonio con una pariente de éste (posiblemente su sobrina o su hija), llamada Pitias, y actuó como su consejero. Tras ser capturado y ejecutado Hermias por los persas (345 a.C.), Aristóteles se trasladó a Pela, antigua capital de Macedonia, donde se convirtió en tutor de Alejandro, hijo menor del rey Filipo II. En el año 336 a.C., al acceder Alejandro al trono, regresó a Atenas y estableció su propia escuela: el Liceo. Debido a que gran parte de las discusiones y debates se desarrollaban mientras maestros y estudiantes caminaban por su paseo cubierto, sus alumnos recibieron el nombre de peripatéticos. La muerte de Alejandro (323 a.C.) generó en Atenas un fuerte sentimiento contra los macedonios, por lo que Aristóteles se retiró a una propiedad familiar situada en Calcis, en la isla de Eubea, donde falleció un año después.

B) El pensamiento de Aristóteles.
El conocimiento. Considera preciso desarrollar ante todo una teoría del conocimiento, que permita establecer los mecanismos de éste y las bases que han de respetar para ser verdadero. Tal ciencia previa es la lógica cuyos términos y operaciones no son sino símbolos de los diversos procesos del entendimiento.
La lógica aristotélica define tres elementos fundamentales del conocimiento: concepto, o correlato mental que se posee de la esencia real de una cosa: juicio, que por medio de la reunión de conceptos permite realizar afirmaciones sobre la realidad; y razonamiento, última etapa y expresión fundamental del pensamiento.
Afirma que para que el conocimiento sea posible han de coexistir dos tipos de razonamiento. El deductivo, es el que procede de lo universal a lo particular, y su elemento primordial es el silogismo, que hace posible obtener una tercera desconocida. El inductivo se basa en la percepción sensible, va de lo particular a lo universal: así, de la observación del hacho particular de la muerte de cada hombre, se llega a la afirmación de que todos los hombres son inmortales.
Metafísica y filosofía de la naturaleza. Habrá dos tipos de filosofía: la filosofía primera (metafísica), estudiará al ser en cuanto ser, sin determinación alguna, en definitiva a la divinidad. La metafísica aristotélica se establece sobre los supuestos de su filosofía de la naturaleza. Es un sistema armónico, total, que pretende abarcar todos los aspectos de lo existente. La “Filosofía segunda” tratará del ser concreto tal como se conoce, la sustancia, ousía.
El ser tal como se lo conoce en la realidad sensible, el ser concreto, tiene dos componentes indivisibles: materia, el sustrato indefinido que hace posible que llegue a ser, y forma, que es la que confiere a la cosa su carácter inteligible. En realidad, esa forma, esa estructura esencial, no está muy lejana a la Idea platónica. Afirma que materia y forma sólo son separables por “abstracción”. Así pues, ambas son elementos indisolubles del ser, que tiene por tanto una causa materia y una causa formal.
La materia, antes de llegar a ser, es mera posibilidad, potencia.
El hombre. Lo considera como el más elevado de los seres orgánicos, único que posee, además del alma vegetativa y sensible propia de vegetales y animales, alma racional. Esta posee dos componentes: uno pasivo, corruptible, y otro activo, el intelecto agente, definido como “cierta luz” que permite pasar de la potencia al acto del conocimiento.
Define al intelecto agente como siempre en acto, inmortal y eterno, por lo que parece particular de la naturaleza del intelecto supremo. Consideró que este es el único que permite al hombre participar de la naturaleza divina, y que, en consecuencia, la más alta actividad humana no es sino el ejercicio de la contemplación, el recurso, en suma, al pensamiento.
La ética y la política son para él disciplinas inseparables, y la felicidad individual sólo podrá conseguirse mediante la práctica de la vida virtuosa, cuyo fin último es la consecuencia del bien de la comunidad, del estado.

C) Escritos. Aunque Aristóteles escribió diversos diálogos a la manera platónica, dirigidos a mostrar sus ideas a los ciudadanos, lo que de él se conservan son fundamentalmente apuntes de clase del Liceo, recogidos por sus discípulos y estructurados de forma sistemática en el siglo I a C. por Andrónico de Rodas. Estas circunstancias han hecho que las atribuciones de obras de Aristóteles fueran objeto de gran polémica. Algunos estudiosos, por ejemplo, han apuntado que los tratados de carácter científico pudieran haber sido en parte redactados, o reelaborados, por Teofrasto.
Por lo general, se consideran propias de Aristóteles 47 obras, que cabe agrupar de la siguiente forma: textos de lógica, cuyo conjunto se ha denominado Organon; obras científicas y de filosofía de la naturaleza, tales como Física, Sobre el cielo e Historia de los animales; los catorce volúmenes de la Metafísica, cuya denominación procede de Andrónico de Rodas, que los colocó a continuación de los dedicados a la física; tratados de ética y política, de orden fundamentalmente práctico, entre los que cabe destacar la Gran ética, Ética a Nicómaco, Ética a Eudemo y Política; las dos obras sobre teoría de arte, Retóricas y Poética, y textos interdisciplinarios, como Sobre el alma, por ejemplo, donde se abordan cuestiones de biología, psicología y metafísica.

d) Teoría de Aristoteles:

Ética Nicomaquea, Libro II
Capítulo V
1.
Examinemos en seguida qué sea la virtud. Puesto que todo lo que se da en el alma son pasiones, potencias y hábitos, la virtud deberá ser alguna de estas tres cosas.
Llamo pasiones al deseo, la cólera, el temor, la audacia, la envidia, la alegría, el sentimiento amistoso, el odio, la añoranza, la emulación, la piedad, y en general a todas las afecciones a las que son concomitantes el placer o la pena. Llamo potencias a las facultades que nos hacen pasibles de esos estados, como son las que nos hacen capaces de airarnos o contristarnos o compadecernos. Y llamo hábitos a las disposiciones que nos hacen conducirnos bien o mal en lo que respecta a las pasiones, como si, por ejemplo, al airarnos lo hacemos con vehemencia o remisamente, estaremos mal dispuestos, y si con medida, bien, y así en las demás pasiones.
2.
Ni las virtudes ni los vicios son, por tanto, pasiones, Como quiera que no se nos declara virtuosos o viciosos según nuestras pasiones, sino según nuestras virtudes o vicios No es por las pasiones por lo que se nos alaba o censura: no se elogia al temeroso o al airado, ni se reprocha el que alguno monte en cólera por este solo hecho, sino por la manera o circunstancias. Por lo contrario se nos dispensa alabanza o censura por las virtudes y vicios.
Allende de esto, no depende de nuestra elección airarnos o temer, mientras que las virtudes sí son elecciones o por lo menos no se dan sin elección.
3.
Finalmente, dícese que somos movidos por las pasiones, mientras que, por las virtudes y vicios no somos movidos, sino que estamos de tal o tal modo dispuestos.
Por los mismos motivos las virtudes no son tampoco potencias, como quiera que no se nos llama buenos o malos ni se nos elogia o censura por la simple capacidad de tener pasiones. Y además, si poseernos estas capacidades por naturaleza, no venimos a ser buenos o malos por naturaleza. Con antelación nos hemos explicado acerca de esto punto.
Si, pues, las virtudes no son ni pasiones ni potencias, no queda sino que sean hábitos. Con lo cual está dicho a qué género pertenece la virtud.

Reflexión:
En este fragmento citado de Aristóteles establece que las virtudes son hábitos, que son los hábitos que nos conducen por el bien o por el mal, es así como son por estas y por los vivios que otros elogian o desprecian a las personas y no por sus pasiones, a las cuales las define como las acciones que se relacionan con los placeres y penas, por lo que son las que mueven a las personas. También destaca la diferencia entre las virtudes y potencias, que son las facultades que nos hacen posible sentir los estados definidos como pasiones.

4 comentarios:

Pablo de Tarso dijo...

Cuando hablan del "caracter intangible", seguro debería decir "inteligible", lo que significa: "comprensible, entendible, conocible".
Muy lindo el blog!

BlogdeFilosofia dijo...

Esta bueno pero me parece que se excedieron de las palabras Y podria estar mas resumido para entenderse mejor ya q la idea del trabajo no era copiar pegar...

Platonicas dijo...

Para blogdefolosofia:
Quizas sea un poco extenso, pero son lasç cantidad de palabras que están establecidas en las pautas de trabajo...cualquier cosa fijense.

Pablo de Tarso dijo...

Lo que pasa es que es demasiado para lo que pide el punto C. Eso que dicen va mejor en el punto D. Igualmente supera ampliamente las 500 palabras.